Tras choque entre avión y helicóptero militar en Washington, autoridades dejan de buscar sobrevivientes: ejecutan recuperación de cadáveres

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Conmoción en Estados Unidos

Las autoridades estadounidenses confirmaron este jueves que las operaciones de rescate tras el trágico choque entre un helicóptero militar y un avión de American Airlines en el río Potomac, en Washington, se transformaron en una misión de recuperación de cuerpos.

El incidente, ocurrido el miércoles por la noche cerca del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, dejó al menos 28 muertos confirmados, mientras los equipos continúan rastreando la zona en busca de más víctimas.

El accidente involucró un avión regional de American Airlines con 64 personas a bordo, incluyendo tripulación, y un helicóptero militar UH-60 Blackhawk en un vuelo de entrenamiento con tres soldados. Ambos aparatos colisionaron mientras el avión realizaba su aproximación final al aeropuerto. Hasta el momento, 27 de los cuerpos recuperados pertenecen a los pasajeros del avión y uno al tripulante del helicóptero, según reveló el jefe de bomberos de la capital, John Donnelly.

Accidente aéreo en Washington: sobre avión American Airlines

El accidente ocurrió bajo condiciones climáticas aparentemente despejadas. El avión, un Bombardier CRJ-701 que había despegado de Wichita, Kansas, transportaba a un grupo de patinadores artísticos, sus entrenadores y familiares que regresaban de un campamento de desarrollo tras los campeonatos nacionales de patinaje en Estados Unidos.

Entre las víctimas destacadas se encuentran los ex campeones del mundo rusos Evgenia Shishkova y Vadim Naumov, quienes trabajaban como entrenadores en Boston.

Las primeras investigaciones revelan que el avión ajustó su trayectoria para aterrizar en una pista alternativa momentos antes de la colisión. Menos de 30 segundos antes del impacto, los controladores aéreos habían instruido al helicóptero militar a mantenerse alejado del avión. Sin embargo, ambas aeronaves colisionaron sobre el río, generando una bola de fuego visible desde la ciudad estadounidense.

Operativo de emergencia y más medidas

Más de 300 rescatistas trabajaron intensamente en las frías aguas del Potomac, cuya temperatura era de 36 grados Fahrenheit (aproximadamente 2 grados Celsius). Las operaciones incluyeron el uso de botes inflables y potentes reflectores para iluminar el área del impacto. A pesar de los esfuerzos, las autoridades declararon que no se esperan más sobrevivientes.

“Estamos en el punto en el que cambiamos de una operación de rescate a una de recuperación,” declaró Donnelly. “No creemos que haya sobrevivientes”, agregó.

El presidente Donald Trump expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y aseguró que se están tomando todas las medidas necesarias para esclarecer lo ocurrido. “Que Dios bendiga sus almas,” declaró.

Por su parte, Pete Hegseth, nuevo secretario de Defensa, anunció que tanto el Ejército como el Departamento de Defensa ya están investigando el accidente. Mientras tanto, Sean Duffy, secretario de Transporte, prometió recursos completos para apoyar la investigación.

El avión quedó dividido en tres secciones, encontrándose invertido en aguas poco profundas, mientras que los restos del helicóptero también fueron localizados en las inmediaciones. La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) y el Departamento de Defensa lanzaron investigaciones para determinar las causas exactas del siniestro.

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