Las profecías de San Malaquías son los versos sobre los papas que serán los líderes de la ciudad del Vaticano, anunciando al último papa.
En los últimos tiempos se viene hablando mucho sobre una serie de hechos bochornosos que han involucrado al Vaticano en una serie de situaciones que han generado un gran alejamiento por parte de feligreses de la Iglesia Catolica, sin dejar de lado además temas de corrupción con el Banco Ambrosiano y vinculaciones con la mafia siciliana de Italia.
Esta situación ha sido vista por parte de la elite católica y de sus seguidores como una fiel muestra de que las Profecías de los Papas según San Malaquías se vienen cumpliendo sistemáticamente.
Es hora de revisar los antecedentes y los textos de San Malaquías para tener una mejor percepción de lo que nos deparará el destino y el futuro de la Iglesia católica.
La profecía de los papas
Según la hipótesis del Abad Cucherat (1871), san Malaquías escribió la profecía en Roma, entre los años 1139 y 1140 cuando visitaba al papa Inocencio II para reportarle los asuntos de su diócesis. Entonces entregó su manuscrito al papa para consolarlo en sus tribulaciones. El papa guardó el manuscrito en los archivos romanos, donde quedó olvidado hasta su descubrimiento en el 1590.
La “Profecía de los Papas” de san Malaquías apareció en el Lignum vitæ, ornamentum, & decus Ecclesiae (“El árbol de la vida, el ornamento y la gloria de la Iglesia”), en 1595, publicado en Venecia por el monje benedictino belga Arnoldo Wion (quien era historiador de su orden). Wion dedicó este libro al rey de España Felipe II. El Lignum vitae es una biografía colectiva de los benedictinos elevados a la dignidad episcopal. Tras unos párrafos sobre la figura de san Malaquías, termina diciendo: “[Malaquías] escribió varios opúsculos” e incluye el listado de la profecía de los papas, al que destaca como un texto ya conocido, pero aún no publicado.
El libro resultó un éxito en toda la Europa cristiana y nunca fue corregido ni amonestado por la Inquisición. De hecho, Onofrio Panvinio, revisor de la Biblioteca Vaticana, había aceptado completamente en 1556 la autenticidad de las profecías de Malaquías.
La profecía es una serie de 113 pequeños lemas o frases en latín, sin numerar, haciendo alusión alegórica a los siguientes 113 papas que gobernarían la Iglesia católica, desde Celestino II (1143-1144) hasta un último pontífice con el lema Petrus Romanus, incluyendo a los antipapas. Se observa que las divisas correspondientes a los papas posteriores a 1595 son en su mayoría de carácter simbólico y genérico, mientras que las anteriores a esa fecha describen a las figuras de los papas con gran precisión. La lista concluye con el pontífice llamado “Petrus Romanus” o Pedro II (El Romano) y con una vaga cita de carácter apocalíptico. Se presume que Pedro II El Romano sea el papa Francisco.
Quién fue San Malaquías
San Malaquías de Armagh fue un renombrado arzobispo católico que nació en esta ciudad irlandesa en 1094 y cuyo nombre ha trascendido gracias a dos famosas profecías: la célebre profecía de los 112 papas (lanzada en 1595, apenas unos años después de la publicación del libro de Las Profecías de Nostradamus) y otra relacionada con Irlanda.
Estas dos conocidas predicciones surgieron más de cuatro siglos después de la muerte de san Malaquías y han despertado un enorme interés en medio mundo puesto que la primera anunciaría el fin del mundo con la llegada del último papa, un pontífice que sería el actual: el papa Francisco.
Desde temprana edad, san Malaquías demostró su dedicación a la fe católica. Durante un viaje a Roma tras ser llamado por el papa Inocencio II, el santo irlandés tuvo una visión de los futuros Sumos Pontífices que ocuparían el trono de san Pedro hasta la segunda venida de Jesucristo.
Inspirado por esta visión, san Malaquías redactó 112 lemas o frases breves en latín que describían a los futuros papas. Se dice que este documento fue resguardado en los archivos secretos del Vaticano y no fue descubierto hasta 1556 por un bibliotecario.
Si la profecía de san Malaquías es correcta, el actual papa Francisco, quien sucede a Celestino II como el papa 112, sería el temido Pedro el Romano, el último papa antes del fin del mundo.
Los papas según San Malaquías
La profecía de los papas de San Malaquías consiste en una serie de 112 lemas o frases cortas en latín, sin numeración, que hacen alusión a los 112 papas que gobernarán la Iglesia Católica desde Celestino II (1143-1144) hasta el último pontífice, incluyendo a los antipapas. El último lema se refiere al papa 112, identificándolo como Petrus Romanus (Pedro el Romano), con una vaga cita de carácter apocalíptico. Cada uno de los lemas ha sido objeto de interpretaciones y especulaciones a lo largo de los siglos.
El papa Juan XXIII (1958-1963), por ejemplo, fue descrito como Pastor et Nauta (Pastor y Navegante) en las profecías de san Malaquías. Esta descripción podría estar relacionada con el hecho de que Juan XXIII era el patriarca de Venecia, ciudad de navegantes, y que utilizaba ornamentos que representaban un gran velero. De manera similar, el papa Pablo VI (1963-1978) fue descrito como Flos florum (Flor de las flores), lo cual podría relacionarse con las tres flores de lis presentes en su escudo de armas. Estas interpretaciones se han aplicado a varios papas a lo largo de la historia.
La profecía también menciona al Papa Juan Pablo I (26 de agosto al 28 de septiembre de 1978), quien fue descrito como De medietate lunae (De la mitad de la luna). Este pontífice provenía de la diócesis de Belluno, cuyo nombre significa “bella luna”, y su reinado comenzó el 26 de agosto de 1978, cuando la luna estaba exactamente en su fase de media luna.
Su sucesor, Juan Pablo II (1978-2005), quien visitó numerosos países durante su papado, fue descrito como De labore solis (El que trabaja del amanecer al atardecer). Esta descripción podría relacionarse con los extensos viajes y labor incansable que llevó a cabo en su pontificado.
Benedicto XVI (2005-2013), por su parte, fue descrito por san Malaquías como Gloria Olivae (La gloria del olivo), ya que pertenece a la Orden de los Benedictinos, cuyo emblema incluye un olivo.
La profecía y los últimos papas
La relación entre los papas y sus lemas, en algunos puede resultar coincidente, pero en otros solo encaja con explicaciones bastante elaboradas. También hay lemas que son lo suficientemente amplios como para poder ajustarse a muchos papas. Por ejemplo, todos los papas del siglo XX han tenido una “fe intrépida” y han sido “pastores angélicos”.
101: “Crux de cruce” (Cruz de cruz). Pío IX (1846-1878).
102: “Lumen in caelo” (Luz en el cielo). León XIII (1878-1903).
103: “Ignis ardens” (Fuego Ardiente). Pío X (1903-1914).
104: “Religio depopulata” (Religión devastada). Benedicto XV (1914-1922). En este periodo sucede la Primera Guerra Mundial.
105: “Fides intrépida” (Fe intrépida). Pío XI (1922 –1939).
106: “Pastor angelicus” (Pastor angélico). Pío XII (1939-1958).
107: “Pastor et nauta” (Pastor y navegante). Juan XXIII (1958-1963), fue el Patriarca de Venecia, ciudad de navegantes.
108: “Flos florum” (Flor de las flores). Pablo VI (1963-1978). Su escudo contiene la flor de lis (la flor de las flores).
109: “De medietate lunae” (De la media luna). Juan Pablo I (1978). Albino Luciani (del italiano, luz blanca). Nació en la diócesis de Belluno (del latín “bella luna”). Fue elegido el 26 de agosto de 1978 y falleció un mes después, el 28 de septiembre de 1978.
110: “De labore solis” (De la fatiga o trabajo del sol). Juan Pablo II (1978-2005). Fue el pontífice más viajero y el que más tiempo gobernó la iglesia después del mismo san Pedro y de Pío IX. Otros lo interpretan porque el día del nacimiento y muerte de Juan Pablo II hubo un eclipse solar.
111: “Gloria olivae” (La gloria del olivo). Benedicto XVI (2005-2013), nació y fue bautizado en un sábado de Gloria. También se atribuye al escudo de la Orden de los benedictinos que contiene un olivo.
112: “In prosecutione extrema S.R.E sedebit Petrus Romanus qui pascet oues in multis tribulationibus, quibus transactis ciuitas septicollis diruetur, & Judex tremendus iudicabit populum suum. Finis”. (Se sentará en la última persecución de la Santa Iglesia Romana Pedro el Romano que apacentará las ovejas en muchas tribulaciones, tras lo cual, la ciudad de las siete colinas (probable alusión a Roma) será destruida y el Juez Terrible juzgará a su pueblo. Fin).
Con la muerte de Juan Pablo II, 110 papas de los listados en la profecía de san Malaquías son ya historia. Sólo quedan dos. Y durante el mandato del último, Pedro el Romano, “la ciudad de las siete colinas (Roma) será destruida, y el juez tremendo juzgará al pueblo”.
La profecía que perturba a la Iglesia Católica francisco podría ser el último papa
La profecía de los papas de San Malaquías culmina con una cita apocalíptica en latín que menciona al último papa, identificado como Petrus Romanus. Según la profecía, este pontífice gobernaría en medio de grandes tribulaciones y sería testigo de la destrucción de la ciudad de las siete colinas (refiriéndose al Vaticano), seguida del juicio divino.
Si la profecía de san Malaquías es correcta, el actual papa Francisco, quien sucede a Celestino II como el papa 112, sería el temido Pedro el Romano, el último papa antes del fin del mundo.
Resulta interesante destacar que, después de su elección como papa, Francisco ha hecho énfasis en su título de “Obispo de Roma” y ha firmado su nombre en italiano en lugar de latín en los documentos oficiales del Vaticano. Además, eligió el nombre de san Francisco de Asís, el santo más conocido en Italia y cuyo segundo nombre curiosamente era Pedro.
La Iglesia Católica se encuentra estupefacta ante la posibilidad de que se cumpla la profecía de San Malaquías de Armagh, el arzobispo católico que nació en esa ciudad de Irlanda, quien ha hablado casi sin equivocarse del destino de los papas. Se trata de la célebre profecía de los 112 papas, anunciada en 1595, donde se establece que el último pontífice podría morir.
La Virgen de Fátima
El domingo 13 de mayo de 1917, tres niños fueron a pastorear sus ovejas como de costumbre, a un lugar conocido como Cova da Iria, cerca de su pueblo natal de Fátima en Portugal. Estos eran Lucia, Jacinta y Francisco. Lucia describió haber visto, sobre una encina a una mujer “más brillante que el sol”, vestida de blanco, con un manto con bordes dorados y con un rosario en las manos, que les pidió que retornaran el mismo día y a la misma hora durante seis meses consecutivos, encomendándoles el rezo del rosario. Francisco declaró no escuchar ni hablar con la Señora, sino solo verla. Asombrados, corrieron de regreso a su pueblo y lo anunciaron a todos, encontrándose con la previsible incredulidad de sus vecinos (incluyendo los padres de Lucia). En cambio, los padres de Jacinta y Francisco les creyeron.
En las sucesivas apariciones, la Virgen les dio muchos mensajes sobre los pecados del mundo, y rezar el rosario por la paz del mundial pero lo más importante que les fue trasmitido fueron los tres secretos de Fátima, los cuales se han ido cumpliendo uno a uno, siendo el tercero el que compete a la Santa Sede, el Vaticano.
Los tres secretos de Fátima son: Una visión del Infierno. Una predicción del fin de la Primera Guerra Mundial y una predicción del comienzo de una guerra peor (entendida como la Segunda Guerra Mundial), así como un llamado a consagrar a Rusia al Inmaculado Corazón de María como una forma de traer paz.
Asimismo, se interpreta que el tercer mensaje del “secreto de Fátima” incluyó una profecía sobre el intento de asesinato de Juan Pablo II, que ocurrió el 13 de mayo de 1981, en el 64. ° Aniversario de la primera aparición de Fátima. Así lo expresó la Santa Sede.
El tercer secreto de Fátima
El tercer secreto de Fátima es el más misterioso y polémico de los tres. Fue revelado por la Virgen María a los tres pastorcitos en julio de 1917, pero no fue dado a conocer públicamente hasta el año 2000, por el papa Juan Pablo II. La visión consistió en una imagen de un obispo vestido de blanco que caminaba hacia una colina llena de cruces. El obispo fue asesinado junto con otros fieles, y la Virgen reveló que esto representaba el sufrimiento que la Iglesia Católica enfrentaría en el futuro.
Según algunos prelados de la Iglesia católica esta versión es exactamente similar a la misma que manifestó san Malaquías en sus visiones sobre los papas.